Hasta hace más bien poco, las molduras de pared parecían abocadas al olvido. Pero al igual que otros elementos decorativos del pasado, como el papel pintado, el terrazo o el mármol, las molduras para el salón han dejado de asociarse a ambientes clásicos y pasados de moda, para convertirse en un recurso actual con el que decorar la casa, subir el nivel de la decoración y darle personalidad propia. ¡Son tendencia!
Sirven para decorar paredes y techos y que, además, gracias a los nuevos materiales tienen una fácil instalación. Y es que, actualmente, están fabricadas con materiales más ligeros, lo que facilita su colocación. Pueden instalarse en zonas húmedas como los baños, o el exterior.
Ventajas de las molduras para el salón
Poder decorativo. Son capaces de cambiar la imagen de cualquier estancia con elegancia y sofisticación. Además, los nuevos y actuales diseños no solo ofrecen modelos para estancias más clásicas, sino que también los hay de corte moderno y contemporáneo, como en esta propuesta de Orac Decor. Otra de sus ventajas es que pueden pintarse, ofreciendo cientos de opciones de personalización para tu hogar.
Pero sus ventajas no finalizan ahí, ya que son un recurso fantástico para esconder imperfecciones en la pared, los cables, colocar iluminación ambiental, suavizar las terminaciones y convertirse en punto focal de una estancia.
Tipos de molduras para el salón
Aunque fabricadas con nuevos materiales, mucho más ligeros, sus usos y diseños poco difieren de las molduras tradicionales.
Rosetones, más clásicos con diseños florales y más modernos los de líneas depuradas, sirven para dar vida a los techos y son muy adecuados en salones grandes, donde se quiere romper la superficie y linealidad de estos. Pueden colocarse también en las paredes, aportando movimiento y un estilo decorativo muy personal.
Cornisas: siguen el perímetro del techo en toda la estancia. Combinados con rosetones son ideales. Pueden colocarse pegados a la pared o un poco separados, dejando espacio para colocar iluminación led y conseguir una relajada atmósfera.
Molduras: se colocan en las paredes, les dan relieve y tienen muchísima fuerza decorativa. Tanto si las eliges con un estilo más barroco, como si son más sencillas, cambiarán por completo la percepción de cualquier espacio. Sirven también para esconder cables o rozaduras en las paredes.
Arrimaderos: se trata de paneles que imitan la madera y sirven para cubrir la mitad inferior de las paredes. Pintados de color o en el mismo blanco, su aspecto es clásico y estiloso.
Molduras para el salón + papel pintado
Una gran idea para actualizar el estilo de cualquier estancia es la combinación entre las molduras y el papel pintado. Como comentábamos, estos dos elementos, muy utilizados a lo largo de la historia de la decoración de interiores, ha regresado a la palestra con diseños más depurados, actuales y atrevidos. Por eso, combinar ambos elementos, como en esta propuesta de La Redoute Interieurs, es una opción estupenda para dar vida a cualquier pared y personalidad a la estancia, cambiando por completo su estilo y elevando el nivel de la decoración. Otra opción con las molduras y el papel pintado es colocar este último como enmarcado en la moldura. Es otra idea.
Cornisas y molduras
Una de las aplicaciones más modernas con cornisas es colocar iluminación led escondida en ellas. Así se logra una iluminación indirecta muy acogedora y decorativa, consigue ampliar la sensación de espacio e iluminarlo sin artificios ni adornos. Son ideales para dar luz y decorar pasillos largos y estrechos, pero también sirven para destacar una pared. Otra opción es colocar la iluminación ambiental en los rodapiés y las escaleras, lo que aumentará la seguridad al tiempo que ilumina y decora.
Hay modelos de cornisas que sirven también para esconder los rieles de las cortinas, ocultando los antiestéticos mecanismos de rieles.