El bienestar y la felicidad son dos aspectos necesarios que queremos sentir al llegar a casa. Y por si no lo sabías, muchos estudios demuestran que la decoración de nuestro hogar y los colores que utilizamos en ella, influyen directamente en el estado de ánimo, la concentración y en el confort.
Pero… ¿Cómo no va a ser importante tener un lugar limpio, ordenado, con una distribución apropiada, con colores y tonalidades agradables, con muebles cómodos y funcionales para sentirnos bien?
La decoración afecta a tu estado de ánimo por eso es importante la organización del espacio y la luz, las formas, los colores y el diseño en general.
COLORES
En primavera apostamos por los colores fríos y en otoño por los colores cálidos. De esta forma sobrellevamos mejor las temperaturas de cada temporada y mejoramos nuestro estado de ánimo. Hay que tener en cuenta que los tonos cálidos como el rojo y el naranja favorecen la sensación de alegría y dinamismo, pero si los llevas al extremo, pueden provocar agresividad y sensación de opresión; lo ideal para lograr el efecto deseado, es utilizar estos colores en la tapicería o tan solo para resaltar una pared.
Cuando hablamos de colores fríos como el verde, el azul y el malva, son colores que transmiten serenidad, tranquilidad y relajación. Ideales para dar más amplitud a espacios pequeños y para fomentar la creatividad, pero si los usamos en exceso, la habitación puede adquirir un carácter impersonal y deprimente.
En el salón, o la parte del hogar para compartir momentos con amigos y familiares, es preferible optar por tonos cálidos y dejar los colores fríos para el dormitorio.
Hay que tener presente cuál es el objetivo de cada habitación y utilizar los colores correspondientes. También hay que tener en cuenta si vamos a decorar una vivienda o un negocio.
HABLEMOS DE LA ILUMINACIÓN
Con una buena iluminación aumentaremos los niveles de energía, mientras que una iluminación deficiente contribuye a la depresión y a otras deficiencias en el cuerpo. Hay que procurar organizar el espacio para dejar pasar la luz natural, ya que estimula la producción de serotonina y endorfinas, o en su defecto, contar con una buena iluminación artificial. La colocación de los muebles es clave para percibir una mejor sensación de iluminación.
EL AROMA
No nos podemos olvidar del olor que desprende nuestra vivienda. Los aromas tienen el poder de despertar todo tipo de emociones positivas, sensaciones y sentimientos. Por lo tanto, también es importante tenerlo en cuenta y saber alinearlo a lo que más se parece a nosotros para que nos sintamos bien en nuestra casa, ya que la manera en la que huele puede influirnos en el día a día.
Un olor muy intenso puede provocar agobio, el olor a comida, rechazo… en cambio, cuando nuestro olfato percibe estímulos agradables, nuestro cuerpo elabora endorfinas. Así que, es necesario que elijamos un aroma adecuado para poder generar una atmósfera agradable y de confort.
Escoge una esencia distinta para cada habitación, teniendo en cuenta la que mejor se adapte a ella. Por ejemplo, en el dormitorio utiliza ingredientes como la lavanda o la vainilla para llenar el dormitorio de calidez. En cambio, en la cocina, utiliza aromas cítricos para eliminar los olores fuertes de la comida.
– EL AROMA EN TU NEGOCIO
Hay algo en los aromas de ciertos lugares que hacen que me sienta cómoda y que quiera quedarme por más tiempo. ¿Te has dado cuenta que estos lugares tienen un olor característico? No creas que esto es por casualidad. Las empresas trabajan en algo conocido como “logo olfativo”, fragancias únicas diseñadas para que las personas se identifiquen con las marcas.
Estos aromas pueden hacer que un cliente permanezca más tiempo en una tienda, que sea un ambiente más cómodo y que recuerden mejor la experiencia.
Esto es porque el 75% de las sensaciones que afectan a una persona llegan a través del olfato. Por medio de los olores generamos anclajes y recuerdos que marcan nuestro subconsciente.
LOS TECHOS
Los techos altos favorecen la creatividad, mientras que los techos bajos dan paz ayudando a la relajación y la concentración. Por otro lado, las estancias con formas orgánicas y redondeadas aportan tranquilidad. Por el contrario, los ángulos muy pronunciados envían al cerebro un mensaje de amenaza.
Lo que ya se conoce como neuroarquitectura ha demostrado que las dimensiones de los espacios de una casa afectan a la respuesta de nuestro cerebro.
ORDEN
El orden, la limpieza y la ventilación son imprescindibles para una distribución armoniosa. Hay que deshacernos de todo lo que no nos sirve y establecer un orden riguroso con todos los objetos que van a permanecer en nuestro hogar. Un espacio organizado genera eficiencia y bienestar, y disminuye el estrés.
Nuestro estado de ánimo puede verse mejorado o perjudicado según el aspecto de nuestro hogar. Una casa desordenada y sucia puede perjudicar nuestro nivel de estrés o autoestima. El orden en casa hace que nos sintamos más tranquilos y nos permite vivir sin agobios, proporcionándonos serenidad e, incluso, belleza.
NATURALEZA
Incluir plantas y flores en casa aporta vida, calidez y le dan un toque de frescura al espacio. Además, disminuyen el estrés, aumentan la productividad y la concentración y mejoran la calidad del aire.