El color turquesa es uno de los colores más naturales del mundo. Se llama así porque toma su nombre de una piedra preciosa, y se obtiene de una mezcla de los colores azul y verde.
En estos últimos años el diseño de interiores o interiorismo ha ganado mucha importancia, ya que asociamos nuestro propio bienestar, el de la familia o el de la pareja de la manera en que la casa en la que vivimos está decorada.
Para obtener buenas sensaciones en nuestro hogar, es fundamental tanto la posición de los muebles dentro de las habitaciones como también lo es la combinación de tonos y de colores presentes en cada una de ellas.
Normalmente las personas desconocemos cómo nos pueden afectar estas cuestiones a nuestra vida diaria, a nuestro humor o a la manera en la que afrontamos los problemas dentro del núcleo familiar. La simple elección de un color para las paredes de una habitación puede suponer una repercusión en nuestra rutina mayor de lo que podemos tener en cuenta cuando lo escogemos.
¿Qué colores combinan con el azul turquesa?
A la hora de escoger un tono u otro para las paredes de una habitación tiene mucha importancia. Si has elegido el turquesa solamente porque te gusta o estás pensando en elegir esta tonalidad, descubre en qué estancias de tu casa puede ser positiva su presencia.
Se puede decir que el turquesa pertenece a la gama de colores fríos y se puede considerar tanto verde como azul. Las tonalidades frías tienen una característica fundamental y es que son capaces de transmitir paz y serenidad. Son los tonos perfectos para aquellas habitaciones destinadas para los momentos de relax. Son colores muy adecuados para los dormitorios o los baños, o para cualquier sala dedicada a actividades de relajación, como la lectura.
Lógicamente, el tono turquesa tiene que ir correctamente combinado con los muebles de la habitación para conseguir ese efecto de descanso y calma que buscamos.
El blanco junto con el azul turquesa
El color blanco es una tonalidad que combina con una gran cantidad de colores(por no decir la mayoría), pero especialmente con los tonos azules y verdes, como en el caso del turquesa.
Si quieres incorporarlo adecuadamente dentro de una habitación o dormitorio, te recomendamos que escojas diferentes tonalidades de este color.
- Para las cortinas, puedes utilizar un blanco más crudo, y si quieres más oscuridad para no despertarte cuando sale el sol, combina cortinas blancas con otras azules de una tonalidad más oscura y menos verdosa que el turquesa.
- Para los muebles, opta por tonalidades como el blanco roto tanto para el cabecero como para los armarios y la cómoda. Para la ropa de cama, puedes combinar también el blanco con otros tonos azules más oscuros.
- Para el baño, puedes optar por los blancos más puros para el mobiliario.
La madera junto al azul turquesa
En este caso elige cortinas en tonos azul marino, que aporten unas tonalidades más oscuras, y después escoge muebles en tonos de madera más claros. El cabecero, los armarios, la cómoda y las mesillas deberían tener un color madera al que se pudiera incorporar algún tipo de decoración. Se pueden utilizar muebles de tamaño pequeño.
Por el contrarío, si estás buscando un tipo de decoración más romántica, la madera y el turquesa son buenas elecciones. Opta por madera clara envejecida y con pequeños detalles de encaje tanto en la ropa de cama como en las cortinas.
Si quieres combinar la madera y el turquesa en un cuarto de baño, tienes que hacerlo adecuadamente con el blanco, ya que todos los muebles no pueden ser de madera. Escoge tonos más crudos o rotos de blanco que irán perfectos con tonalidades más claras de madera. Los armarios y cualquier otro elemento que sumes de madera pueden tener algún detalle en blanco o en turquesa para que combine de manera perfecta.
Has de tener siempre en cuenta no sobrecargar para no tener el efecto contrario; en vez de generar tranquilidad un crear un ambiente agobiante.
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