Llega el invierno acompañado de nuevas restricciones en la movilidad debido a la crisis sanitaria del coronavirus y eso va a hacer que pasemos más tiempo en casa y tengamos menos vida social. Con esto te das cuenta que además de estar resguardado en casa, también es importante protegerte del frío y de los ruidos de los vecinos. ¿Lo estas realmente?
En la calle hay pocos grados, llantos de bebes, la música del vecino de al lado, las conversaciones de la gente por la calle, etc. Mejorar el aislamiento de nuestra casa es fundamental para vivir tranquilos. Con un buen aislamiento hará que quieras pasar más tiempo en casa
Parece innecesario recordar que el ruido exterior puede provocar insomnio y estrés. Y una temperatura inadecuada hace que estemos incómodos en nuestro propio casa-refugio, ¿no crees?
A continuación te damos ocho consejos con los que conseguirás el mejor aislamiento en tu casa. Toma nota.
1. Revisa puertas y ventanas
La mayoría tienen huecos por donde pasa el aire. Si son viejas o están desgastadas puedes cambiarlas o bien sellar sus huecos con diferentes objetos cotidianos o materiales. Otra opción es instalar burletes autoadhesivos en puertas y ventanas para impedir que entre el aire exterior
Las carpinterías viejas permiten el paso del aire, así que antes de nada revisa bien las ventanas de casa, tal vez tengas que cambiarlas par aun mayor confort.
2. Ventanas con doble cristal
Las ventanas con doble cristal aislarán la casa térmicamente y reducirán el gasto en climatización. En casos de ruido extremo la solución es instalar una doble ventana: una por la parte exterior del muro y otra por la interior. Cuanto mayor sea la separación entre las dos lunas mayor será el aislamiento acústico.
Mejor si los cristales son entre 6 y 8 mm de grosor. Y las hojas, batientes en lugar de correderas, porque garantizan un cierre más hermético. En cuanto a los materiales, los cerramientos de PVC aíslan más eficazmente que los de madera y aluminio. Por si fuera poco, en muchos casos, cuentan con un sistema de ventilación con filtro. Escoge una ventana de PVC de un color que se acople al estilo de tu habitación/ salón/ comedor.
3. Pequeños detalles
Cerrar las puertas cuando haya electrodomésticos funcionando, tapas de fieltro en las patas de sillas y muebles, o poner música calmada de fondo (ofrece sonidos «blancos» que mitigan el ruido) son algunos trucos que funcionan.
Si no hay nada activo, puertas siempre abiertas para que la temperatura se disperse y se mantenga constante en todos los ambientes de casa.
4. Aislamiento en las paredes
Las paredes de ladrillo originales son muy decorativas, pero no son un buen aislante para el frío. Puedes cubrir la pared con paneles de corcho, puedes dejarlos en su color natural o pintarlos. Los plafones de madera maciza o de virutas también pueden ser útiles aislantes.
5. El falso techo
Hay paneles que absorben el ruido, o se puede acondicionar un falso techo que añada una cámara de aire, pues algunos edificios pecan de ello en la separación entre plantas y eso es un problema.
Tampoco hay que olvidar que el principal foco de pérdida de calor de una vivienda se encuentra en el tejado. En este punto, puedes aislar el tejado, y evitar al mismo tiempo las goteras, por ejemplo.
Es recomendable el uso de poliestireno extruido para las cubiertas, o bien de lana material.
6. Los suelos de madera
Puedes instala suelos de madera, son un buen sistema para mantener el calor en casa . Los suelos de madera son una barrera térmica contra el frío, y también un efectivo aislante acústico.
También puedes instalar corcho en el suelo, sin necesidad de taparlo con otro acabado para que resulte más económico y atrevido.
7. Los tejidos
Las alfombras de lana aportan calidez y color a una habitación. Ayudan a amortiguar los ruidos y el frío. Por otro lado, los cojines y los tapizados de tela absorben eficazmente las ondas sonoras. En esta ocasión os mostramos los de Ganncedo.
8. La calefacción
Utiliza una caldera de bajo consumo, la inversión inicial es alta, pero a la larga saldrás ganando. También, las subidas bruscas de temperatura generan un gasto elevado que deberás evitar. Por este motivo, mantén la temperatura de tu calefacción en torno a los 20 grados. Y puedes usar paneles reflectantes detrás de los radiadores, rebotan el calor en todas direcciones y te permitirá ahorrar.