Llega el mes de Mayo y con la llegada del buen tiempo aumentan las ganas de disfrutar al sol mientras te das un buen baño con la familia. Y es que construir una piscina en tu chalet tiene muchos beneficios, ¿verdad?
Hace más fácil mejorar las relaciones en familia, sirve para hacer ejercicio, ayuda con el calor en verano y aumenta el valor de la casa en el caso de querer venderla algún día. La única pega que puede tener una piscina es el mantenimiento semanal que conlleva.
Tramitación legal
En España, la tramitación de la construcción de piscinas de obra se debe realizar a través del Ayuntamiento de la localidad donde residas.
Primero hay que solicitar el pliego de condiciones en el Ayuntamiento, en el cual se detallan los requisitos para construir una piscina. A partir de ahí se suele contratar a un arquitecto o profesional cualificado para que elabore un proyecto técnico que es necesario para solicitar los permisos o licencias correspondientes para la construcción de tu piscina.
Según cada proyecto, puede ser necesario solicitar una licencia de obra menor o una licencia de obra mayor para construir una piscina.
Hay que tener en cuenta que las licencias tienen un coste, que también puede variar dependiendo del ayuntamiento. En el caso de las licencias de obra menor se puede calcular en torno a un 4%, mientras que el importe de la licencia de obra mayor suele ser alcanzar el 6% del presupuesto de la piscina.
¿Vas a ocupar via pública al construir tu piscina? En este caso se debe solicitar un permiso de ocupación de la vía pública durante los días que esa ocupación vaya a ser efectiva.
Si quieres más información, en el Real Decreto 742/2013, de 27 de septiembre puedes encontrar más información acerca de la regulación de las piscinas privadas.
Tipos de piscina
- Infantil: Estas piscinas tienen una capacidad inferior a 30 m3. Están dedicadas a las actividades infantiles y su profundidad es de 60 centímetros máximo.
- Privada: Son piscinas cuya capacidad suele oscilar entre 50-70 m3.
- Residencial: El volumen de agua gira en torno a los 100 m3 por lo general, pero puede ser lo grande que quieras dependiendo de la cantidad de vecinos.
Hay que tener en cuenta que los metros cúbicos pueden variar en función del tamaño de la piscina: puede haber piscinas infantiles de gran tamaño y piscinas privadas o residenciales de dimensiones más reducidas.
La orientación perfecta para tu piscina
La piscina debe estar situada en una zona en la que haya plena exposición solar. Si construyes la piscina a la sombra, la temperatura del agua siempre será más baja y puede estar fría incluso en verano, y eso no nos gusta…
Lo recomendable es que la piscina esté orientada al sur y que se encuentre lejos de árboles para evitar que se ensucie con las hojas que caigan. Además es conveniente construirla cerca de conexiones para agua y luz.
Para proteger la piscina del viento, esta debe estar en una zona de la casa en la cual no se vea demasiado afectada por este fenómeno meteorológico. El viento hace que se evapore más rápidamente el agua, provocando un aumento de su temperatura. Para evitar esto puedes plantar vegetación compacta, como setos, o construir muros de contención alrededor.
Materiales para piscinas
Cada material de piscina tiene sus ventajas y desventajas.:
- Piscinas de acero: Este tipo de piscina es muy económica y fácil de montar, ya que viene lista para colocar. Además son bastante higiénicas y duraderas.
- Piscina de poliéster: Estas piscinas también vienen montadas y son fáciles de instalar y arreglar. Las desventajas son que la forma del vaso es fija y puede tener altos costes de transporte.
- Piscinas de hormigón: Este tipo de piscina tiene una mayor resistencia y, normalmente, garantiza una mejor conservación. Por otro lado, la instalación de estas piscinas es muy laboriosa y costosa, ya que suelen ser piscinas de obra.
Revestimientos de piscinas
Hay que pensar en el material que vas a escoger para el revestimiento de tu piscina. Hoy en día algunas de las soluciones más populares son el gresite, el azulejo, la madera, el acero inoxidable, las pinturas especiales, el liner o las láminas de PVC, etc.
El tamaño de la piscina
El tamaño de una piscina debe ir acorde con el tamaño del terreno y de la casa. Si vas a construir una piscina a medida, se puede hacer del tamaño que quieras.
Las piscinas privadas de los chalets suelen tener un tamaño de entre 6-7 metros de largo y 3-5 de ancho.
En cuanto a la profundidad, esta suele estar entre 1 metro y 1,70 metros, como máximo. A todos nos gusta que nos cubra pero también nos gusta tocar el fondo. La profundidad de las piscinas no suele ser regular, sino que el fondo tiene un desnivel que alcanza su profundidad máxima en uno de los extremos. Hay que tener en cuenta que, si la profundidad es muy grande, el gasto en agua, electricidad y productos químicos será mayor.
Escaleras
Para construir una piscina es necesario instalar una escalera que sirva para poder entrar y salir fácilmente. De hecho, la escalera es una forma de hacer más segura la piscina. Son usadas principalmente por niños, ancianos, personas con dificultad de movimiento y mascotas.
Por un lado, las escaleras de obra se construyen al mismo tiempo que la piscina, ya que van integradas en ella y suelen utilizarse los mismos materiales.
Existen también escaleras prefabricadas de materiales como el poliéster, plástico o resinas sintéticas. A veces esta estructura se puede combinar con jets de hidromasaje y focos subacuáticos.
Otro tipo de escalera es la escalera romana, típica de los baños termales romanos. Esta escalera se sitúa en un extremo de la piscina y suele tener forma redondeada con 3 o 4 escalones. En concreto, este tipo de escaleras se usa mucho en las piscinas rectangulares, ya que da un aire acogedor y menos formal.
¿Qué forma le vas a dar a tu piscina?
Las formas más usadas son: rectangulares, cuadradas, forma de L, circulares y ovaladas. Si lo deseas, también puedes elegir la forma de tu piscina con total libertad si la haces de obra. Y es que hay infinitas posibilidades. No obstante, has de tener en cuenta que pueden surgir algunos problemas de diseño y adaptación. Habla con tu arquitecto o interiorista que seguro que te sacará de todas las dudas.